En los videojuegos, es un mecanismo de juego que permite a los jugadores realizar acciones alternativas. La solución fue tomada de juegos de mesa (por ejemplo, ajedrez, monopolios) en los que los jugadores hacen sus movimientos en un orden establecido. Un solo turno puede o no corresponder a una unidad de tiempo específica en el mundo del juego (por ejemplo, mes, temporada). Muy a menudo, el turno termina después de que expira el límite de tiempo establecido, cuando se agotan los puntos de acción o cuando el jugador decide terminarlo.
La jugabilidad por turnos es principalmente popular en los juegos de estrategia. Sin embargo, sus elementos también se pueden encontrar en los juegos de rol clásicos (pelear con la división en rondas es estándar en jRPG) y la lógica.
Ejemplos de juegos por turnos: la serie Sid Meier’s Civilization, la serie Heroes of Might & Magic, la serie Disciples.